¿Cómo puede una emoción transformarse en dolor físico? La terapeuta Valeria Madej, acompañante terapéutica y especialista en control del dolor, recopiló a lo largo de su carrera una innumerable cantidad de casos en donde constató que las personas que sufrían de dolores, previamente habían vivido situaciones traumáticas. Según su teoría, detrás de cada dolor se esconde una emoción reprimida. Un dolor es un mensaje de nuestro cuerpo que pide dedicarle tiempo a las emociones que fueron reprimidas y que persistimos en evitar. El dolor se transforma enfermedad y la enfermedad, en enfermedad crónica.
Detrás de cada dolor, se esconde una parte de uno mismo más joven que quedó fijada en una situación vivida como traumática. Esta parte de uno mismo tiene miedo e intenta protegernos cuando algún elemento de este acontecimiento reaparece en nuestras vidas. Tal vez un simple detalle como un aroma, puede desencadenar una reacción de miedo de parte del “nosotros joven”, que desea protegernos. Es importante saber que cuando una situación como ésta surge, nuestro inconsciente registra todos los detalles, incluso los más insignificantes. La energía contenida en una emoción reprimida, va a quedar bloqueada en nuestro cuerpo generando dolor y enfermedad.